Este libro habla principalmente, como se alcanza a leer desde la misma portada de Liderazgo. Cuenta la historia de un hombre exitoso que por circunstancias laborales y personales decide, no con mucho gusto, realizar un alto en el camino y retirarse a una abadía con unos monjes que además de continúa oración y tiempo para pensar, recibirá formación en materia de liderazgo.
Sorprendentemente, quien dicta el curso es un ejecutivo muy exitoso que se había retirado del mundo de los negocios con la muerte de su esposa y había decidido dedicar su vida a la oración y a la enseñanza.
Muchas lecciones son las que se aprenden durante la semana que Jhon, como se llama el protagonista, junto a otros cinco compañeros pasa en este retiro. El grupo, de la mano de Simeón, el antiguo ejecutivo ahora Monje, va desarrollando diferentes teorías y ejecutando diferentes conclusiones sobre un bueno proceso para ser un gran líder, como la diferencia entre ser líder por poder o autoridad.
Entre muchos otros, el que quizás mas me llamo la atención, es la necesidad de Amar a quien se dirige, y es que en este contexto se desarrolla el tema del amor no como lo concebimos normalmente hacia nuestra pareja o familiares mas cercanos. Aquí se nos acerca al concepto de amor como ágape, que consiste en la paciencia, afabilidad, humidad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez y compromiso como principales valores para desarrollarlo.
Por sobre todo, un elemento esencial desarrollado en este libro y que acentúa además mi creencia, es la necesidad de vivir una vida de servicio hacía los demás. Servir, es realmente la mejor manera de para alcanzar la realización personal y lograr ser seguido.